jueves, agosto 14, 2008


Hoy despertè...
afilè mi espada sin ganas
Desde el cielo los àngeles
observan en silencio, espectantes
La herida sangra, duele en el alma,
no cierra.
Se que el contrincante huele mi sangre
Sabe que estoy herido
El sì afila la espada con una sonrisa en el rostro.
Planea su mejor golpe...

Arreglo un poco mi armadura
Està bastante aboyada
Hay partes ya inservibles
Intento meditar...
No me concentro
Solo tu recuerdo, una y otra vez
Afuera todo se ha puesto oscuro
Ha llegado el momento
El enemigo se siente màs fuerte
Los àngeles alzan sus brazos y lanzan a una voz
un grito de guerra
No estoy solo...

Empuño mi espada
es liviana
Brilla en la oscuridad
La herida no duele
El pulso y la respiracion se aceleran
Lleno mis pulmones de aire
y mi grito de guerra se une
al de los seres celestes
y otra vez la luz vuelve a brillar
¡es inevitable!
¡Soy un guerrero de la luz!
El enemigo intenta huir
La luz le rodea
su sonrrisa desaparece
puedo olfatear su miedo
intenta huir
es imposible que lo haga
La oscuridad se retira
¡Otra vez no prevalece!

" Oh Dios, no guardes silencio;
No calles, oh Dios, ni te estés quieto.
Porque he aquí que rugen tus enemigos,
Y los que te aborrecen alzan cabeza.
Contra tu pueblo han consultado astuta y secretamente,
Y han entrado en consejo contra tus protegidos.
Han dicho: Venid, y destruyámoslos para que no sean nación,
Porque se confabulan de corazón a una,
Contra ti han hecho alianza..." salmos 83